Muero... cuando respiras.
Me empalaga la dosis de oxigeno
desprendida en el ambiente.
Dos astros se funden
coronando el silencio,
susurrando a escondidas,
reposando plácidamente,
en el mismo cielo,
mural de nebulosas,
que nos acogió ,
a lo largo y ancho,
de este firmamento disuelto.
Disuelto, porque suspiras...
Y en cada brisa templada y suspiro
se alza resplandeciente
la constelación que precede
a la nova de tus gemidos.
A nosotros,
cuerpos celestes desnudos,
no nos representa el tiempo...
Nos esquiva la distancia...
De nosotros,
frágiles formas,
se olvida el ,desmemoriado, olvido.
Sueño... Cuando vigilas.
Cuando proteges las finas tiras,
de mi piel adormecida,
en las que he escrito
las señales, paganos símbolos,
que tratan de invocarte.
Poema hecho carne...
Carne hecha abrigo...
Tacto que condensa,
en un suave roce,
quietud y sigilo.
Muero... cuando respiras.
... Y te inmortalizas cuando te escribo.
Oh yeah!
ResponderEliminarLa poesía está encantada de que la representen tus letras, eres un artista. Siempre un placer, volver por tu rincón.
Besos, mil.
OOOOOOOHHHHHHHHHH!!!! esque me pongo roja... Me ha gustado mucho, gracias amor.
ResponderEliminarLa foto queda muy chula con ese efecto.
Natalia
Acabo de descubrir tu blog y ha sido una hermosa sorpresa encontrarme con tanta belleza convertida en poesía.
ResponderEliminarVolveré a menudo por aquí.
Un beso.
Molas un porron de campo.Traduccion al idioma normal = Es lo mas precioso que he leido en mucho.
ResponderEliminarGracias por el piropo, pero comparado con esto, lo mio se queda muy pequeñito.
Me encanta =)
Besos!