miércoles, 15 de diciembre de 2010

La noche medio desnuda escapa



Su batir de alas...

Su cordura.

Se introdujo

inaudible por las ranuras.

Su nariz sangraba

y se veía medio loca.

Soledad tan terca

escribiendo partituras

que hablan de Ayer.

Escarba en un agujero

que aparece en la pared...

Entonces...

...cesan las voces.

Hoy pequeña Niña

la Reina de Corazones

no tendrá piedad.

Exista o no exista la verdad

la mentira se tatúa en la piel.

Reflejo y ser...

Reflejo y sed.

Niña de precoz pelo de plata...

Acusaste al espejo

de no dar una imagen exacta

del país que atravesaste.

Carreras en tus medias.

Heridas infectadas

en vientre de seda.

Fueron tus actrices favoritas...

Versos y grandes citas,

de genios poetas,

nunca escritas.

Ese vaho te retrata...

esa asfixia te quema.

Cuenta...

Que la escarcha seca.

Que la arena moja.

Cuenta...

Querida Niña

que dormirás en sabanas deshechas.


domingo, 19 de septiembre de 2010

30 años de cuento de hadas



Reparte tu aliento

en mi sistema

Dama de cuento.

Dota de suave melodía

mi tenue canto,

siendo luz y movimiento.

Eres Fabula libre,

impresa en las retinas

de este que te escribe;

alojada entre los dedos

de este que se desvive

por alojarse en los espacios

de tus ojos topacio

y ser esclavo de tu desvelo.

Muéstrame páginas

retratadas en treinta años…

Nárrame treinta más...

o los que sean necesarios

Leeré tu rostro en Braille,

ya sabes cómo soy…

nunca me canso de acariciarlo.

Si me sonríes…

Serás mi Cenicienta.

Pagaras la afrenta

del crimen de tu sonrisa,

acompañándome al baile.

Cuando no mire nadie,

te besaré y, susurrando, pediré

que te dejes en la cama

los zapatitos puestos.

Mi traje… Tu vestido…

Tan solo es peso muerto

que nos separa horas de

de compartir la misma almohada

y el mismo firmamento.

Ese cuyas coordenadas

dejas impregnadas en el vaho

de los cristales de mis gafas.

Ese que se traduce en mi latido

Y se refleja en tu mirada.

Tú en las garras de la Bestia

pero Bella… ¿Qué esperabas?

Ser de leyenda…

Reina hechizada…

Por mucho que pasen los años…

Y que vuelva el frio a las ventanas…

Serás la niña eterna,

esa que sueña a mi lado,

jugando en mi mundo de hadas.


(Felicidades Natalia)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Donde has estado? ( Las coordenadas que sugieren tus lunares)


“¿Dónde has estado?”

Creo que reuniendo costras de recientes e inmerecidas heridas… Aprendiendo del dolor aún fresco y de los estigmas simplemente cauterizados con ligeros soplidos, de aquel que no desea acercarse.
Buscando la tinta caprichosa y las razones por las que estas manos deban torturar los virginales sentidos, los disecados parpados, de aquellos valientes que se tomaron las molestias y el tiempo necesario de leerme y prestar atención a los pequeños pentagramas que conforman la banda sonora de mis desventuras, de mi tenue concepto de realidad y de alguna que otra luz apagada de alguna que otra noche que no me atrevo a recitar.

Quizás estuve de luto.

Quizás estuve plantado ante el difunto esperando que este se levantara bajo el mismo Sol abrasador de verano que tanto odio y tanto abrasa mi espalda. Guardando la esperanza en vano ante un rostro escarmentado, pero indiferente, tratando de atisbar una reacción correcta, un movimiento simple como asentir con la cabeza, un guiño, un ligero soplido. Esperando inútilmente a que la ola de calor pase… No solo no pasó… sino que hirvió e incineró todo lo cultivado con paciencia, frenó los pasos y al mismo tiempo destrozó las huellas y marcas del asqueroso camino ya recorrido…
A lo mejor estuve tratando de comprender esta época , que poco a poco , fue tejiendo su manto de oscuridad, que fue oxidando nuestra fe como el hierro frío que a día de hoy representa en que se convirtió nuestro universo. Un universo decorado con fuegos fatuos, que apenas conservan resplandor, que giran alrededor del eje de lo soñado, de lo escarmentado de lo intolerablemente amasado por unas manos estáticas y endurecidas. Todo el cosmos quedó esparcido en pequeños cristales, casualidades, fingidos deseos y mentiras en igual medida. Quizás estuve lamiendo el suelo más de lo necesario. Quizás mi lengua se arruinó de tanto tratar de eliminar las pruebas de crímenes imperecederos… Más tiempo del necesario… hasta que mis labios fueron una parte del mismo suelo. Recobré el olvido… y creé un abismo entre mis voces y el inútil recordar.

Puede ser que haya estado todos estos meses recuperando el sueño extraviado y refugiando mis latidos y mis actos en las únicas manos que me alzan, esas que acarician mi verdadera forma sin el terror helado que produce, mi presencia y mi verborrea, en ciertos organismos. Acariciando mis crines, puliendo mi lomo, mordiendo mi cuello. Jugando con lo que soy y esperanzadas de lo que creen que llegaré a ser… recordándome que mi verbo se hizo carne. Estuve todo este tiempo acurrucado entre sus muslos, sudando y repitiéndola que nunca aflojé su presión sobre mí porque he desarrollado la necesidad a sentirme preso, aunque mis falsas alas se desintegren y el calor invada mi calma, aunque el sudor y mis ojos escocidos me haga solamente notarlos mediante la delgada capa que describe mi tacto.

Siempre supe leer ese cuerpo en Braille transformando mi pecho en ese paraíso artificial que a día de hoy se extiende por cada poro, cada hueso, cada extremidad. Siempre me consideré guardián de su cuerpo cuando mi reina duerme, retirando el pelo de su rostro , cuando busca en mi esa energía que la protege las noches en las que aún nos quedan estrellas por contar y susurros que adornar en nuestros oídos Noches solo nuestras ,creadas en nuestro lecho, olvidándonos de todo y todos los demás…. Sabemos que no se merecen haber construido falsos castillos a partir de los restos que dejamos en las ascuas de nuestras acciones. ¿Qué nos importa el resto teniéndonos el uno al otro? … Su suciedad solamente nos recuerda el brillo que debemos ser capaces de crear en nuestras caricias.

“Entonces… ¿por qué has vuelto?”

Porque siempre habrá tiempo para huir y ya me acostumbré al sabor de las heridas.



lunes, 31 de mayo de 2010

No es culpa de este cosmos (Homeostasis)


No es culpa de este cosmos

si alabastros se alojaron

en tus ojos …

Si el rojo de tu vestido

ahora reside en las retinas,

donde no existe el tiempo…

Si ahora bebo en cantinas

hasta apagar el aliento,

que ha traído las palabras

que escalabran sentimientos,

todos los dolores

condensados en el fuego.

Soy salvaje …

o al menos,

Soy muy diestro …

En eso de ser lobo

y buscar en la espesura

los brazos que hoy acunan

una luna llena

no carente de sus brillos,

y seguir la comisura

que sirve de distancia

entre un te quiero y un delirio …

entre los besos y un “Te olvido”.

Homeostasis …

entre aquella niña que se olvida

del enojo en el espejo,

y ese niño que se cree

el gran perro rojo,

que camina entre las ruinas

y las minas detonadas

que causaron el destrozo.

Soy …

Ese pozo en el que miro

y distorsiona mi reflejo.

El Chantajista que negocia

por conocer sin prisas

las aristas de tu cielo.

Soy el encargado en

decorar esas paredes

con un sollozo eterno.

Soy artista en escribir

lo que no ha escrito la marea

en alas de un temporal tan lento.

Lo que no ha escrito tu mirada

y quedó flotando como pétalos,

de ceniza acumulada,

suavemente a ras del viento.

Soy ese perro de perrera

y convivo como puedo

con una áspera espera

de ese que será vela,

hasta atracar en la arena,

soplada por la extensión

de tus silencios…

Valió la pena ser monumento

en el jardín de tus recuerdos.

Valió la pena ser página

de aquel bestiario de los cuerdos.

Valió la pena ser delirio

de sueños estancados.

Soy testigo del delito

cometido por tus manos,

de la tortura que en mi cuello

infringen esos labios

partidarios de hacerme escultor

de cada curva de tu ser.

No es culpa de este cosmos …

Es culpa del placer …

Es culpa de querer ser victima

de un nudo entre tus brazos,

amarrado a ti, cada amanecer.

Volverte a repetir…

No es culpa de este cosmos

sino de otros sentimientos …

Evitar que el Sol despierte …

Alargar ese momento,

donde aprendo poesía

de cada poro de tu cuerpo.

Evitar que tú te vayas…

que las rayas de las sabanas

no sean la mezquina jaula

y tu ausencia mi aislamiento.

Este tango… sigue sonando…

Nuestro tango… sigue viviendo…

Nuestra cama es una constelación

que crece ornamentando el desvelo.

No es culpa de este cosmos…

…Pues siempre seremos astros más extensos.

martes, 11 de mayo de 2010

Susúrrame, Musa ... Susúrrame


Tanto calor por estas fechas no es normal, estoy sudando como una bruja cerca de la hoguera...me sudan las manos...me escuecen los ojos...y se me resbala el bolígrafo; Poetas de otras épocas hubieran dicho pluma...queda mas poético...mas estético...Yo, estoy aquí únicamente con un puto bolí BIC sin tinta...Yo no soy poeta...ya no.

Llegará un día en el que no queden papeles por escribir, las hojas se habrán mojado con los horrores que brotaron de nuestros ojos, pequeños mares de efluvios salados recorriendo nuestras comisuras .El viento se los llevara todo...si no se lo llevó ya, o puede que el bolígrafo se coagule con la sangre del niño que sacrifiqué entre aquellos brazos...algunos dicen que ese lindo muchacho se sigue atisbando en mis pupilas, su inocencia libre de pecado, su emoción retransmitida con una voz grave y que poco entiende de volumen y discreción. Cierto...hay días que le noto golpear mi iris y cantar canciones de amor...

-"Cállate y estate sentado.... ¿No ves que intento escribir?..."

¿Por dónde iba?....Sí, ya se…

… A lo mejor un día deja de haber vida en este caparazón hueco que se llama cuerpo. O peor, que mis articulaciones se
deformen y se partan en un leve pestañeo, en un sueño ajeno que flote a la deriva...el corazón lleva deformado desde que el primer rayo de luz dio en mí, monstruoso, rostro, en mi sobrecogedora figura...
Puede que un día recite para mis adentros y tú no puedas escucharlo… …mejor aún, que no quieras escucharlo y escupas sobre arte condenada a la más triste extinción...
No se qué fatalidad intentaría impedir que cada párrafo de los que creo lleguen a tus huecos oídos...pero te juro que nunca te dejare de escribir...
Aunque sean mis huesos pincel y mi pecho una pizarra...


-"¿Que me dices mi Musa?"


-"Cállate y estate callado... ¿No ves que intento vivir?"

jueves, 29 de abril de 2010

Los 29 mueren... Ahora a los 30 me propongo ser una tumba


Entona un canto….

Que no te tumben las falsas compañías ni las glorias de tus hazañas, cantadas de sus bocas. Solo son auroras divinas que un día escribieron , o que escribirán, sus epitafios en centenares de líneas creadas a partir de ti y de tus tiras de piel acumuladas por años de exceso y autodestrucción; Y que hoy, un día bajo la marca de una madrugada de tormenta, recuerdan lo que has sido tras un telar de niebla , bajo los voraces truenos que retumbaban dentro de tu hogar-útero .La posición fetal era el miedo, seguro, pues no lo recuerdo , pero lo que sí puedo es arrastrar la sensación en una tonada y convertirlo en verdad, acida de la autovergüenza y del odio de ser persona, y decir tras un vendaval de frases desnudas ,y letras que sueñan ser tatuadas en musas de torso desnudo…

He creído tener… por lo tanto he perdido.

He creído perder… por lo tanto algo he tenido.

No quiero que bocas se cierren todavía, no quiero que ojos queden huecos, se estrechen, y se lleven mi sombra entre las pestañas.

Pues esto que redacto no es algo triste…

No es la flagelación de costumbre a la que se me ve constantemente. No es la posición del cobarde….

No es la autocompasión que hiere mi sistema con su jodida adicción. No, pero es cierto que algo de todo esto necesito para enfadar mi orgullo, que se quemen mis entrañas como las colillas mal apagadas de malas noches, y me haga hincar los dientes sobre la acera, esquivando ese eterno camino de baldosas amarillas.

Es lo que me hace ser como soy… pero esta vez prescindiré de ello.

Como ya dije, esta vez me alzo o me siento ante vosotros para conmemorar una fecha de asquerosa felicidad.

Me llama la atención e incluso creo que la lisergia invade mis planos de cámara, cuando veo el miedo al futuro, el avance de ese maestro llamado Cronos.

Yo trato este día con nostalgia, con fotogramas antiguos que pasan una y otra vez de veintinueve años de imágenes, que hoy por hoy tan solo son manchas borrosas acompañadas del incesante resonar de un eco escarmentado.

Rememoro, entristezco y en la misma gota de mercurio , que simboliza ese factor llamado tiempo, aprendo que nunca es la última vez en que Soledad volverá. Pegara un portazo, se sentara sobre tus rodillas, desgarrando la desconfianza y la culpa, y te otorgará lo peor que una mujer te puede dar…. Su silencio.

Volverán las miradas talladas entre juicios, veras todas sus tonalidades desde el dorado de la compasión hasta el gris neblina de ese orgullo tan odiado de ver como este ignorante Ícaro, con sangre en la boca y con los dedos absolutamente ennegrecidos de las brasas, se acerca a soles cada día más abstractos.

Cierto que cada uno de estos infiernos aparecerán más de una vez en tu vida, se repetirán hasta que ciertas mañanas no quieras ni levantarte y pedirán que ofrezcas lo mejor de ti; lo que aprendiste en estos 29 años, solo así sabrás si realmente estás hecho para sufrir o para violar y hacer sufrir a la mismísima inspiración. Solo así sabrás a que sabe la sangre y cuál es el color de los ojos más sinceros… un color solo apreciable cuando son capaces de mirarte de frente.

Has de hacer de cada estrella una supernova capaz de aniquilar por combustión cualquier falsa sensación de las que te rodean y salpicar las hojas que guardas apiladas y alguna que otra blusa que luego pueda quitarse…

Eso me dicen los ojos de alguien que me observa mientras escribo en la mesa del salón y que me sonríe cuando me ve al otro lado del sofá combatiendo con mi mala caligrafía…

Luego vendrá el beso…

Más tarde la Caricia…

Y después de todo esto quedara ese duelo en el desierto de tu condición… Hoja contra Pecho.

Siempre es lo mismo… Un cosmos violento colisionando en silencio desde el lado más frio de la cama. Desde ese lugar infecto de culpa y del “siempre podemos hacerlo mejor”. Ese autómata condenado a regenerarse una y otra vez bajo sus profecías ignoradas, como las de Casandra, y que poco efecto provoca. Ahí viene la reconciliación entre la duda y a palabra.

Año tras año escribo un testamento… Día tras día grabo otro surco con las uñas, cada vez mas desgastadas, en algún lugar donde no se aprecie el cambio de conducta, ni donde se vea esa fogata de fuego azul que arde con mis esperanza y sueños, volátiles y cambiantes.

Un día como hoy… el hijo del texto abrió la boca para alimentarse del oxigeno que le rodeaba y un llanto fue el primer verso. Mientras, la lluvia chocaba contra los cristales del hospital.

Visto lo visto… Las cosas no cambian tanto… ¿verdad?

domingo, 4 de abril de 2010

Sr. de Hiroshima


Te quedarás muchas noches despierto .Tal vez veas otro amanecer moribundo, sientas el frescor de la aurora y el rocío corone tu insomnio...Quizás te despiertes al sentir como se cae el cigarro a la vez que caen y se condensa todo el peso de tus sueños en los parpados.

Podrás componer una rapsodia de todo eso pero nunca evitarás que tus ojos se mojen de nuevo. Agacharás la cabeza ante verdades y ante la soledad...y ante la evidencia...

Te golpearás lleno de furia contenida, golpearás a otros, dejaras que te golpeen...

... Y te recordarás Ecce Homo.

Beberás... como antes has bebido... como siempre has bebido.

Escaparás de las formas perfectas y a lo imperfecto querrás dotarlo de un nombre, de una interpretación, querrás ser cómplice, confesor, traidor, suicida, cobarde, mártir, abandonado... Volverás a luchar con el reflejo del espejo e insultaras todo lo que en él se refleje...

Verás tus obras, empapadas y hechas añicos, por el suelo y maldecirás lo que eres... Te preguntarás que te llevó a esa espiral de emociones desordenadas, y que ahora tratas de ordenar en cualquier espacio en blanco. Reflejarás en cada palabra mezquina, cada sonrisa, en cada verbo latente un triste y enrevesado jeroglífico que explica, según tus ojos, a la perfección lo que eres y toda esa mierda que fuiste acumulando en la boca, en las manos, en cada beso, en cada copa de borde roído que te servirán en bares y escritorios, en cada oído ajeno.

Cansarás al oyente y a las buenas personas que se empeñan en regalarte minutos, horas, días, semanas, meses, años de nicotina y falsas promesas que mueren donde nadie vuelve a mirar. Violarás confianza, cariño y aprecio para desahogar tus nauseabundas ansias de protagonismo y mostraras tu auto-otorgado carnet de ángel caído, les mostraras aquello que se enfrentan confiando que la simpatía hará que no se vayan de tu lado. En cada cinco palabras, de seis dichas, te confundirás y errarás como en cada paso dado al regresar a casa en la que el único manto que te arropa es la albina noche y la música que has elegido para proporcionarte un melancólico viaje.

Te verás obligado a hacer de cada mirada un collage complejo. Una mirada podrá hacerte odiar veinticuatro horas al día o enamorarte y querer morir si no duermes en esa compañía que tantos pronombres, adverbios y sufijos ha colgado en tus labios, en la punta de esos dedos que se dedican a trazar con mala caligrafía y líneas aparentemente incomprensibles o con párrafos demasiado largos que hacen que las miradas hacia ti, terminen deseándote algún mal.

Creerás tener el derecho de traducir todo gesto, mueca, toda expresión y caerás en la equivocada idea de metamorfosear una sonrisa, un llanto, un ruego y un adiós. Te conocerás mejor que nada en este vomitivo mundo. Solo tú sabrás que ciertas palabras e intenciones se basarán en el preciso instante, en la necesidad ajena y el lugar que ocupes en esa gesta.

Y es posible que te quedes solo mas de una vez, mas de mil veces ... Pues soledad será tu pareja y la mejor de las compañías. Un estado que te enamora, te atrae, y que cuando niega el acercarse a tu área de influencia serás tú quien te aproximes a su radio de acción, serás tú el que necesites apoyarte en algo vacio y te vayas construyendo paginas y más paginas de decepciones, compromisos, enigmas, rabietas con los dioses y sarcasmo con lo ya inventado.

Contarás verdades en cada mancha de tinta y en cada despojo de celulosa. Insultarás el buen hacer y el esfuerzo pasado. Relatarás, casi pudiendo tocarlo, el pasado del que no te sientes orgulloso, el presente que te quema e irrita y el futuro que se asoma con una fragancia inolvidable, inconfundible...

Contarás mentiras para seguir creyendo en lo que haces y enmascararas cada uno de los errores cometidos dotándoles de un sentido metafórico y de adjetivos construidos para la humillante ocasión. Serás uno con la narración. Te desgarrará la primera persona y la tercera persona te creará sentimiento de empatía.

La mayoría se empeñara en odiarte. Otra parte te enjuiciará en silencio porque no creen justo dedicarte la más mínima atención, para ellos serás humo y grados. Serás falta de ocupación y tiempo desperdiciado... serás invisible. Te reconocerán más por las borracheras que por lo que te dedicaste a escribir al volver a casa cualquier día de lluvia.

Solo unos pocos se pararán a mirarte y traducir las, malsonantes, palabras. Solo unos pocos buscarán en la enciclopedia lo que no entiendan. La mínima parte se arriesgará a preguntarte el significado de algún galimatías de letras, de alguna fecha desconocida o alguna obsesión encadenada a toda tu verborrea y tu palabrería. Pero la mayor parte del apoyo te susurrara, o te gritará, que continúes haciendo lo que haces... lo único que sabes hacer, sin ni siquiera haberse parado a leerte. Sabrás distinguir esas carcajadas sarcásticas de las bocas que apenas tienen dientes para dedicarte una ligera sonrisa.

Abusarás de esos pocos que han mostrado interés, esa especie en extinción que cité anteriormente, y les veras alejarse y esconderse de tu presencia para que no entregues alguna hoja arrugada, algún mal poema, algún sueño embotellado o un pensamiento que nunca llegará a nada. Les cansarás con tus absurdos planos y tus caricaturas de realidad.Se acercarán a ti maravillados ante algo recién descubierto, algo que recibirá unas primeras ovaciones, una ristra de piropos secados en los malos momentos... poco a poco se irán deshaciendo de tu tiempo y tus horas muertas. No querrán nunca formar parte de las páginas de tu novela, se verán en peligro al salir en un verso y al conocer tu puta extraña manía de magnificar aquello que amas, aquello que aprecias, aquello que tú, como buen exagerado y egocéntrico que eres, puedes terminar creyendo más importante de lo que realmente debe ser, creyéndote más importante de lo que realmente eres para alguien. No desearán que sueñes más de lo debido y que puedas equivocarte. No desearan ser amados por error.

Esconderás poemas. Temerás al poema y a su interpretación, a su influencia. Temerás a la vida pero no a sus dolores porque eso te hará ser, poco a poco, lo que eres en el momento que te sientes y comiences a escribir.

Derruirás la Luna y la noche será toda tuya.

Inventarás una de cada diez constelaciones y creerás que así sus luces te pertenecen.

Querrás adiestrar la lluvia y el ruido que hace al chocar contra un ventanal para poder usarlo cualquier noche de bohemia y de pensamientos acicalados y abstractos.

Seguirás escribiendo...

Y seguirás así porque te crees poeta...

Y lo peor de todo es que existe gente que te sigue escuchando y que te sigue llamando poeta.

Por eso seguirás manchando folios y libretas con tinta...

... de esa que no se borra.

martes, 23 de marzo de 2010

Núcleos y verdades

Manipular el núcleo, completamente inestable, de una circunstancia es peligroso. Pero más peligroso es creer que puedes ser elemento en esa ecuación y no verte afectado.

Quizás siempre lo supe... No mentiré, siempre lo supe.

Tengo experiencia en este tipo de cosas. Las palabras son peligrosas y no se guardan en el pecho, mucho menos cuando son púas que se clavan desde el interior y desgarran, cuando son caminos trazados en llamas que suben hasta la garganta y que desean salir... desean cumplir su cometido y quemar cada uno de los sueños que hemos construidos a partir de ruinas y escombros, necesarios para mantener una estructura derruida de por sí, que pesan sobre los hombros y nos dejan las extremidades cansadas, medio muertas.

Conozco bien la sensación de guardar veneno en la boca y ni escupirlo, ni tragarlo... simplemente mantenerlo mientras pasa por el hueco de los dientes, despertando asco y arcadas en las encías, acumularlo mientras vemos que todo a nuestro alrededor juzga la postura tomada ...

Siempre supe que ese veneno acabaría sobre el rostro de alguien que trata de hacer lo correcto... y porque no decirlo, lo difícil. Pero a mí eso no me evito hacer, decir, dejarme sacrificar... por lo que creí (y sigo creyendo) correcto. Un mártir ateo, porque como ya dije en algún texto oculto (visto solo por un par de ojos) " ¿Pero como se puede decir a un creyente que su Dios es falso y que los milagros e imágenes sagradas, que ha guardado en una sensibilidad, latente pero oculta, es solo luz de gas y fuegos fatuos, cuando son esas ilusiones, esos trucos de magia barata, los que le han dejado soñar y no caer ante el colapso de imaginar que hay tras el abismo?". Yo y la extraña manía de escribir textos de carácter retroactivo. Un vidente ciego, un profeta estúpido, que se dedica a mirar y ver más allá de lo que la gente quiere ver. Alguien que en ciertas horas del día y en ciertos segundos de cada minuto piensa que debería sacarse sus horribles y pequeños ojos, con su mirada de pena, sus ojeras... y arrancar su malparida e incallable lengua.

Debería arrepentirme... No mentiré, debería. Pero no lo hago.

Debería haberme dejado de creer tan importante para alguien. Sera la falta de costumbre a que se me haga caso y se me preste atención, esa atención de la que tanto disfruto y que en todo momento busco como un grial. Puedo decir que por unos momentos brillé, o me creí brillar, y me sentí vacuna, alardee de ser remedio ... Unas sensaciones bastante olvidadas desde que otros átomos, hace años, combustionaron en mi. La pena, el mal sabor de boca no es tan grande... pero la sensación de derrota me rasga por dentro del mismo modo. El eterno recuerdo de lo que soy y de lo que merezco... el eterno collage de confesiones, manías, dudas, consejos y textos inútiles de horas desocupadas y sin ningún tipo de beneficio ... Ahora sé porque tan poca gente me llama por mi nombre y hace uso de ese apellido monosílabo, que marca mi caída y mi derrumbe.

Debería derrumbarme... No mentiré, estoy derrumbado.

Entiendo que mi deforme cuerpo ha sido herramienta y mecanismo para insuflar vida a algo que se pudrió... Tengo claro que mis palabras han sido abono y han dado vida a flores, pues las flores pertenecen tanto a los amores como a los muertos...

A lo mejor debería verme como el mismo Sol, como fuente de vida, como que ha salvado ilusiones, sueños amores, obsesiones... cualquier nomenclatura es correcta, comprensible e incluso excusable.

Puede que sacrificar mi sonrisa, o en este caso mi preocupación, pueda servir para que otros sonrían y disfruten de lo sintético, lo abstracto, lo falso... y vuelvan a crear un universo incorrecto, pero al fin el universo al que aspiran, el que necesitan, el que creen merecerse. Puede ser algo noble, humanitario, o algo estúpido, según del radio de explosión en el que te encuentres.

Debería pensarlo... No mentiré, yo me encontraba en el mismo núcleo.

Diseccionaría el amor para poder explicar todas las reacciones posibles, todas las acciones tomadas. Aunque de poco me valdría pues no hay ciencia posible que explique la expansión de un sentimiento tan salvaje, inestable, autodestructivo y tozudo. Cuando late el corazón la vista se nubla, los oídos ensordecen, las piernas se abren, se desdibuja la realidad y se vuelve a recomponer en un papel garabateado que nos parece una obra de arte de la que nos sentimos participes. Tenemos el universo tal y como lo queremos ver, adornado con un par de canciones, con frases delicadamente escogidas y que tomaremos como máximas de nuestro rumbo... Volverán y se quedaran, hasta que quieran, las sonrisas.

Llegados a este punto de poco puede valer las palabras o los juicios de alguien...

Verdades se disipan y se convierten en sombras que aniquilan las ganas de aquello que queremos escuchar. Son eclipses contra los astros más extensos y son juzgadas ante el verdugo de nuestra razón... Nada debe desechar un sueño, nada debe modelar todo lo creado por unos ojos vendados.

Sé que metí la cabeza en el núcleo... Y una explosión volvió a explicarme lo que parece que tan torpemente se me olvido.

La verdad traerá tristeza,soledad y amargura...

La mentira traerá alegría y una sonrisa agradable, volverá a soplar una amorosa brisa en el rostro...

También una brisa traerá agudos cantos arremetiendo contra mí y diciéndome:

"Te va a salpicar toda la mierda"

Debería arrepentirme. Pero si lo hiciera estaría mintiendo, tal y como hacéis todos.

sábado, 20 de marzo de 2010

Aquel que se deja morder



Han sido unos cuantos

cuartos crecientes.

Usaste los dientes...

En este trozo de carne,

en este rostro sonriente...

Soy aquel que se deja morder.

Él que da gracias a cada amanecer

y al descaro de esta sólida vida

por permanecer a tu lado

por tenerte al costado dormida.

¿Por qué?…

Porque por esa boca

este triste poeta se excita

y forra sus versos en piel.

Soy aquel que se deja morder...

Él que se pierde en palabras de querer

en cada frágil y suave bocado.

Él que grita, él que aúlla,

ante delicadas mordeduras

cuando escuece entre placeres mi ser.

¿Que opinara el vecino de al lado esta vez?.

Apilo un montón de mensajes en blanco.

Me quedo enmarcado en tu ombligo

y no salgo, pues fuera no para de llover.

Entonces me veo mojado en los charcos,

mi imagen viola mi reflejo,

y me alejo del suelo otra vez.

Soy el niño que se deja morder.

Él que quiere ahogar la agonía

administrando saliva al placer.

Gitana, cada mordisco es de oro,

y en cada dentellada te imploro

que adornes ,violenta, mis morros.

Derrota, es pensarte con otros

y que no sea mi consentida mano

la que acaricie tu tez.

Lo siento…

Jure no hablar más del pasado.

Lo sé...

También juré, irme y nunca volver.

Y ya ves...

Me tienes pegadito a tu lado,

arropado cual mártir en mi manto de fe.

Tú, mantis...

Yo, presa...

Soy aquel que se deja morder.



sábado, 13 de marzo de 2010

Grabado en inmortal piedra (Dedicado a CORE)

(foto: Noe Muñoz Pérez)


Mientras supuren , congelados ,muros

y lienzos tomen grisáceos retazos de calle.


Dibujaras tras los humos,

ofrecerás color, opaco, al mundo

glorificando ,tras boquillas, tu estandarte.


Inmortalizarás de cada segundo

su sombra y la línea que le corresponde.


Mancharás las manos del mismo aire

y darás una nueva mascara al arte.


Frio traidor y soles que te abrasan,

usando días sin lluvia y cómplices noches

con la fiel compañía, de esa que siempre te retrata.

Kilos repartidos en botes de pintura.

Invertidas horas en forma y estructura .

Nace de todo esto, con mesura,

grabado en la inmortal piedra.


Gravitan ,entre trazos, aerosoles

usurpando una ciudad, gris asfalto,

necesitada de tus composiciones.


lunes, 8 de marzo de 2010

Textos en ceniza



A veces pienso que debería ser mejor de lo que soy...

No es un acto, ni un escrito, para pedir, la tan odiada, piedad, las tópicas segundas oportunidades o una samaritana mano que se tienda en mi ayuda, pues no necesito falsos cantos de cisne. No es un grito de rabia, de esos que suelo dar cuando mi visión se nubla, enrojece, y aparece ese ser que tan cariñosamente apodamos "el otro", o el torpe y tonto lloriqueo de un niño que se queda sin un puñado de sueños, ficciones o escenas inventadas que nunca saldrán en la "película-vida". Más bien es un cristalino acto de resignación a pagar por cada uno de mis fallos (sino los estoy pagando ya...) cada una de las faltas que tanta herida y tanta costra dejaron en esas mentes que conviven, convivieron y convivirán con mi áspera e inestable persona. Seria de tontos pedir piedad cuando no se merece, o cuando ni siquiera existe, pues no quiero alimentar el ego de tus ojos ciegos ni una segunda impresión de tu pupila en llamas... Seria de ingenuos expulsar aire y no esperar viciar el oxigeno de tu alrededor con la suciedad que habita en tus pulmones ... Sería de locos reventar la , histérica y fina, membrana de la razón ,esperar que te comprendan cuando ninguno se entiende a sí mismo. Somos espejos rotos y tapados por el vapor que nuestras exhaustas bocas expulsaron huyendo del pasado carente de afecto... y porque no decirlo de un no tan inmediato presente. Somos juguetes en manos de otros seres, y no me refiero a mandatarios superiores de altas esferas de mística y aureolas creadas por el miedo a la muerte, no me refiero a energías ni estúpido efecto boomerang karmico de nuestras acciones, no caeré en la falsedad de achacar problemas a lo ajeno o a lo que no entra en mi plano existencial. Simplemente hablo de ser y estar cerca de los que me hacen ser persona ... otras personas, otros sujetos que han sufrido lo mismo que yo, que han disfrutado lo mismo que yo, que han amado, que han deseado los títulos de crédito y no volver a despertar, a los que me entienden y a los que no, a los que ni siquiera me conocen , a los que me maldicen , a los que colgaron en una estrofa un verso de amor y aquellos que me cuelgan versos de odio en el cuello esperando mi asfixia, a los que han dormido en la misma cama que mi antiestética figura y sonríen o lloran, a los que me leen y se olvidan de mi rostro, a los que me odian y por mero interés escuchan, a los que nunca me dijeron el aprecio que me tenían pero lo veo cada vez que se atreven a hablarme, a los que a veces han pensado ser mejor personas de lo que son ... y un infinito etcétera que nos rodea en cada paso bien y mal dado.

Siempre que se gesta un texto de esta índole se habla de la muerte, del suicidio, del cambio , del final ... pero es una manera bien fácil de acabar y dramatizar un texto sin enfrentarse a las consecuencias de cada una de las osadías y estupideces que el autor escribió en líneas anteriores, es una manera fácil de sensibilizar al lector y esperar de él una muestra de cariño y comprensión, esperar un par de palmadas en la dolorida espalda y empezar a regodearse de que te digan todo lo que has hecho bien ... En esto hemos caído todos alguna vez, unos más y otros menos . Los que creemos que sabemos, o que podemos, escribir estamos especialmente diestros en esta falta, nos vemos como seres ultrasensibles y dramaturgos que esperan crear con sus dedos la mayor de las tragedias. Convivimos con la freudiana idea del Eros y el Tánatos.

Este texto intenta alejarse de esta idea... Ni siquiera entiendo porque mis dedos a altas horas de la madrugada escriben estas palabras improvisadas que se van forjando según pasan los segundos. Ideas me van rondando y las expongo, imágenes se agolpan y a codazos y fuertes embestidas se montan unas a otras con milésimas de segundo de diferencia... espontaneidad que no sé si al releerla me veré obligado a dejarla en un cajón olvidada... Sinceramente espero que no.

A veces pienso debería ser mejor de lo que soy...

Pero casi me acostumbré a mi repetida falta de fe, mi exagerada soberbia, mis errores no calculados, mis celos incontrolables, mi melancolía inexplicable y pasajera, mi mal humor y mi fácil capacidad de odiar, mi manía de opinar y de intentar ayudar sin ser capaz de ayudarme a mí mismo, mi capacidad de emitir juicios que luego en soledad, sobre una desvencijada cama recapacito, y admito haberme equivocado. Creo que ya casi he controlado tener sueños y motivaciones y aparcarlos, esa falta de asertismo ha quedado muy dentro de mí creándome una falsa sensación de humildad. Me conozco mejor que nadie como para no saber cada uno de mis fallos y como para dar la espalda a secretos y males que solo yo sé, y que guardo en lo más hondo de mi persona con miedo a que se presenten en mis escasas horas de sueños. Convivo con el monstruo común que todos llevamos dentro y del cual ninguno nos sentimos orgullosos.

A veces pienso que debería ser mejor de lo que soy...

Y a veces pienso que me gustaría que todo acabara.... como dije antes, evitando caer en la estúpida y trillada idea del suicidio.... va más allá... Cuando hablo de fin, hablo de quedarme sentado en un montículo con la hoja en la que se describe mi persona, la lista que contiene todos mis fallos, mis deseos, mis secretos más oscuros..., y sosteniendo un bolígrafo ,mirando al horizonte, esperando que aparezca el fénix y con sus alas queme toda creación y toda vivencia, que sus llamas consuman todo lo inventado y todo lo sentido tan solo para evitar comparaciones con lo ya establecido, tan solo para eliminar baremos, tablas, cánones y modas impuestas.

Podría escribir el último poema, el último texto, el último desvarío... las últimas letras, esas que nunca canto y terminan olvidadas en una carpeta o registradas en una canción de mierda que nadie escucha. Sí, escribiría en esa misma hoja que recoge mis anomalías mientras todo cae ante una luz que transforma y a la vez quema, un aura que ilumina y a la vez marchita. Algo que destruye lo conocido y hace renacer lo que ha acabado, lo que merece ser extinto y vuelto a crear a partir de sus ruinas. Algo que precipite el verdadero cambio. Quizás... lo que merecemos. Un último texto que quedé desintegrado en cenizas y que jamás será leído.

A veces pienso que debería ser mejor de lo que soy.... pero pienso que el mundo también podría serlo.

"La canción del croupier del Mississipi" Leopoldo María Panero


Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existe en nadie esa cosa que llaman corazón
sino quizá en el alcohol, en esa
sangre que yo bebo y que es la sangre de Cristo,
la única sangre en este mundo que no existe
que es como el mal programado, o
como fábrica de vida o un sastre
que ha olvidado quién es y sigue viviendo, o
quizá el reloj y las horas pasan.
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto, este
absurdo que delatan mis ojos,
este delirio en Veracruz, y que este
país es cierto este lugar parecido al Infierno,
que llaman España, he oído
a los muertos que el Infierno
es mejor que esto y se parece más.
Me digo que soy Pessoa, como Pessoa era Álvaro de Campos,
me digo que estar borracho es no estarlo
toda la vida, es
estar borracho de vida y no de muerte,
es una sangre distinta de esa otra
espesa que se cuela por los tejados y por las paredes
y los agujeros de la vida.
Y es que no hay otra comunión
ni otro espasmo que este del vino
y ningún otro sexo ni mujer
que el vaso de alcohol besándome los labios
que este vaso de alcohol que llevo en el
cerebro, en los pies, en la sangre.
Que este vaso de vino oscuro o blanco,
de ginebra o de ron o lo que sea
—ginebra y cerveza, por ejemplo—
que es como la infancia, y no es
huida, ni evasión, ni sueño
sino la única vida real y todo lo posible
y agarro de nuevo la copa como el cuello de la vida y cuento
a algún ser que es probable que esté
ahí la vida de los dioses
y unos días soy Caín, y otros
un jugador de poker que bebe whisky perfectamente y otros
un cazador de dotes que por otra parte he sido
pero lo mío es como en «Dulce pájaro de juventud»
un cazador de dotes hermoso y alcohólico, y otros días,
un asesino tímido y psicótico, y otros
alguien que ha muerto quién sabe hace cuánto,
en qué ciudad, entre marineros ebrios. Algunos me
recuerdan, dicen
con la copa en la mano, hablando mucho,
hablando para poder existir de que
no hay nada mejor que decirse
a sí mismo una proposición de Wittgenstein mientras sube
la marea del vino en la sangre y el alma.
O bien alguien perdido en las galerías del espejo
buscando a su Novia. Y otras veces
soy Abel que tiene un plan perfecto
para rescatar la vida y restaurar a los hombres
y también a veces lloro por no ser un esclavo
negro en el sur, llorando
entre las plantaciones!
Es tan bella la ruina, tan profunda
sé todos sus colores y es
como una sinfonía la música del acabamiento,
como música que tocan en el más allá,
y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol,
tengo sangre en los ojos de borracho
y el alma invadida de sangre como de una vomitona,
y vomito el alma por las mañanas,
después de pasar toda la noche jurando
frente a una muñeca de goma que existe Dios.
Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchas de vino
tinto y sangre «Le livre des masques» de Rémy de Gourmont
caerse húmedo babeante y tonto y
derrumbarse como un árbol ante los farolillos
de esta verbena cultural. Escribir en España es tener
hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya
no justifica nada ni nadie, ninguna sombra
de las que allí había al principio.
Y decir al morir, cuando tenga
ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros y a los lobos en la calle y
acechando en las esquinas
«
Fifteen men on the Dead Man's Chest
Fifteen men on the Dead Man's Chest
Yahoo! And a bottle of rum!
»

Leopoldo María Panero

viernes, 26 de febrero de 2010

Ronin ( un hombre errante como una ola en el mar )

(foto: Noe Muñoz Pérez)


Algo se aleja...

Algo deforma la catarata de los sentidos.

No lo oigo ...

No lo noto ...

No lo veo ...

Simplemente un silencio condensado,

en muchos casos, es el mejor de los testigos.

He construido en mis fracasos

el ocaso de ,escarmentados, ídolos.

He vendido mi pasado por ser odiado,

he rogado para fundirme y marchitarme

entre las ascuas del olvido.

He sangrado ...

He amado ...

He implorado ...

... y de poco me ha servido.

Cuando cae una estrella

cae el cosmos.

Cuando cae el cosmos

caigo, pierdo el equilibrio .

Entre dolor e insomnio bebo.

Entre pericia e inutilidad convivo.

Soy el dorado ser alado

que entre alas, soles y cera

en los mares del desprecio ha naufragado

hasta que el salvaje oleaje

mi castigado cuerpo ha sumergido

Ronin ...

Caen los astros encogidos

sobre sus propios vientres.

Tras sus fuegos, acto seguido,

se apagan las millones de luces

que seducen desde el firmamento.

Ronin ...

Sangre, espuma, lagrimas ...

... A veces viento.

A veces reniego del nombre.

A veces condecoro el apellido.

Brun, él que admira de lejos la imagen

temiendo convertirse en reflejo,

temiendo convertirse en presagio

como el negro cuervo y su graznido.

No lo oigo ...

No lo noto ...

No lo veo ...

Simplemente lo percibo.

Dadme una página ...!!!Que sangre!!!.

Lo que no vivo lo invento .

Lo que no invento ...

... Simplemente lo escribo.