Carne y Furia
entre tus restos.
Carne solo porque sangras…
Furia porque hay palabras que no guardas.
No respetas el susurro
y vendes todo tu mundo
entre caricias que delatan
que tu soledad es el presente
de una errata del cariño;
Una pestaña contra el mundo ;
Un segundo mantenido en el olvido;
Un desprecio en el pasillo
por el que paseas desnuda …
Hablas de lo escrito
y te pierdes
entre mares de la duda
más obscena.
Carne y Furia…
Eres sedosa luna
que controla las mareas.
Vuelvo a sentir ese abrazo,
esos besos acelerados…
Hoy, más que nunca
te vuelvo a sentir
como Judas en la última cena.
Asco… Rabia.
Ira… pena.
Mientras, acurrucada esperas
y equilibras el tormento.
Dibujas con los dedos,
serpenteantes, líneas en la arena
que troquelan tu figura
en una parcela del pasado
donde la cristalina distancia
entre bendita piel y mundanal tacto
se mide en kilómetros cuadrados.
Carne solo porque lloras…
Furia porque amas lo pagano.
Miras a tu rey y, entre gritos,
ávidamente proclamas
tener su corona entre tus brazos.
Y mientras, la tuya colgada
en la esquina de la cama…
…Recordántote…
… que…
Eres Carne cuando sientes….
… Eres Furia cuando amas.