Ahora son muñecas rotas…
Tristes juguetes en manos sudorosas
de niños tristemente eternos.
Victimas de infiernos de escaparate.
Comida para bocas entreabiertas
que muestran sus encías rosas
y arrancan con viles dentelladas
sus vestidos de encaje.
No importan las palabras
pues se han transformado
en macabras canciones de cuna.
Ni tan siquiera importan
los gestos que ensayaste
en el espejo de la locura.
Pues cuando la piel es porcelana,
por mucho pétalo que la envuelva,
tiende a agrietarse …
¿Te preguntaste alguna vez
ahora que hacer?.
¿Ahora, que la saliva está muerta? .
¿Ahora, que lo que queda en tu tez
es una lágrima reseca?
Ahora …
Que no eres nada .
Ahora …
Que la vida se reduce al estante,
a la vitrina, desde la que observas.
Ahora …
que voluntad se reduce a otra voz
y a la conciencia muerta.
Ahora …
que otras manos llevan las partes,
todas esas piezas sueltas,
que dejaste en el camino
que hoy lejano y extraño recuerdas.
Ahora son muñecas rotas …
De esas que dan miedo
y a las que nadie quiere agarrarse.
De esas que devoran lustros
soñándose seres de carne.
No hay comentarios:
Publicar un comentario