viernes, 8 de enero de 2010

Indestructible (O cómo seguir bailando cuando se acaba la música)



Se crean pequeños resquicios de conciencia en cada minuto que te acaricia la espalda. Te inundas de pensamientos, recuerdos y tu memoria, durmiente, plasma en cada uno de los movimientos que realizas, pequeñas costumbres automáticas que solo tiempo después, cuando se ha perdido la necesidad de realizarlas, adquieren un significado especial. Suena complicado de explicar... Pero no imposible de describir.

El agua irrumpe en un lagrimal desbocado al sentir como empujan millones de imágenes, en pequeños intervalos de tiempo, milésimas tan dulces que empalagan... milésimas tan amargas que cortan este tejido llamado piel. Es como una especie de seguro que salta ante la rememoración de ciertas escenas a las cuales ignoré en su día y que hoy tan fríamente recorren y anidan en un pulso, nada acelerado, y que en Morse hace brotar, en mí, capítulos perdidos de un libro que no pude escribir como quise, una rapsodia en la que no supe cantar el final

Existen actos tan simples como abrir una puerta...pulsar una tecla... recordar cierto número , sentir cierto olor, cierta temperatura... cosas banales y sin ninguna, o escasa importancia a largo plazo, a las que tu vida se acostumbra, que hoy por hoy son inútiles y borradas del instinto y el día a día, que cuando aparecen la boca se seca y millones de partículas de sabor y nausea inundan tu castigado paladar, un quemazón recorre tu cabeza y te impide pensar.... o al menos ordenar todas esas sensaciones añejas. Estás más solo que nunca... el mundo gira independientemente de tu acto de respirar y te entregas a espectros creados por juventud y desesperación... No eres uno con el mundo... simplemente pasas a ser nada. Algo blanco que te absorbe y te impide ver lo que tienes enfrente, solamente aprecias esa galería de cuadros desenfocados, y que hoy, se colocan de manera aleatoria para crearte la "arcada de lo que fue"..."lo que fuiste"..." lo que equivocadamente quisiste ser."...

Así narrado puede ser un recuerdo común... Yo prefiero llamarlo enfermedad.... Yo lo llamaría la maldición de recordar todo y la errónea sensación de tomarte tu vida como una novela.

Hoy escribo esto... Mañana quizás despierte con la compasión, con la esperanza y con la extraña sensación de que mi vida va a cambiar... de que ese golpe de fortuna, que a veces imagino que me sigue, vendrá a llevarme por delante con todas las consecuencias de la elección, que alguna vez tendré que tomar, y que tanto se manifiesta en mis revueltos y oscuros sueños. No eres uno con el mundo... simplemente pasas a ser nada.

Y lo dice alguien que tantas veces ha renunciado a sueños. Alguien que abandonó hasta las ganas de luchar por lo que realmente desea... Alguien que prefiere decorar palabras en la intimidad, escribir en las tapias, más oscuras, sucias y ocultas a los ojos humanos, de la literatura. Un pintor de sonrisas, en lienzos, que a las horas se rompen en cristalinos pedazos. Un salvaje que nada sabe de lo que le rodea.... y que en su interior comprende todo.... hasta el punto de darse asco. Un artista en construir el destino equivocado... Un gran experto.

Mañana... Cuando el cansancio se haya ido y el sueño no se haya extinguido del todo. Me diré entre susurros roncos y profundos:

"Hoy es tu día... Conseguirás todo lo que te propones. Mírate al espejo y tratar de borrar la imagen distorsionada. Tú vales mucho más que eso que se refleja pálidamente, entre fotogramas inútiles y surrealistas. Por fin podrás administrar eso que te es dado... Podrás devolver aquello que te es dado... Serás uno más con el tiempo que te ha tocado vivir"

Sí... mañana volveré a sonreír. Volveré a fundirme en cada pequeña intención de respirar.

Me prometo a mi mismo que todo va a cambiar. Que hare lo posible para recuperar la poca suerte que tenía y que me hacía conformarme con mirar a mí alrededor y sentirme orgulloso de aquello que me protege, aquello que realmente me da ganas de seguir adelante... Sí, mañana será el día que haga lo posible por encaminar mis pasos hacia lo que dejo alejarse. Mañana... sí, mañana aun estoy a tiempo....

Pero no quiero engañar a nadie... Sé que por mucho que inyecte esta falsa dosis de orgullo y preocupación, aunque sea capaz de tornarme seguro e indestructible... Existen noches en las que escribo cosas como esta.

10 comentarios:

  1. Y el tiempo sigue pasando, y no se detiene, cada vez va más rápido, ¿verdad?.
    Hay ciertas cosas en las que, aunque quiera, yo no puedo ayudarte.
    Natalia

    ResponderEliminar
  2. veras como todas las cosas malas siempre traen algo bueno.

    ResponderEliminar
  3. A veces es difícil seguir conviviendo día a día con nuestros problemas y preocupaciones, que en lugar de resolverse cada vez son mayores, y aún a pesar de nosotros mismos vemos cómo nos invade la apatía, la tristeza, la desilusión y el desencanto.
    Tú sabes que yo también tengo un máster hecho en estos temas, por eso no sólo comprendo perfectamente tus sentimientos, sino que me siento identificada con todas y cada una de las palabras de tu texto.
    Pero el párrafo que has resaltado en color rojo tiene mucho de verdad: Daniel, tú vales mucho más que esa pobre imagen que tenemos de nosotros mismos cuando nuestros fantasmas nos atormentan y, por favor, no dudes nunca de que tarde o temprano la suerte cambiará y conseguirás todo lo que te propones.

    En mí tienes una amiga para lo que necesites.

    Un beso y un abrazo llenos de afecto y todo el ánimo del mundo.

    ResponderEliminar
  4. Las noches como esta, si te hacen sacar cosas como este texto, valen la pena...
    La memoria es una traición constante. Distorsiona la realidad, nos golpea bien fuerte, nos exprime hasta sacar la última gota salada... y a veces, nos saca una sonrisa.
    Esas veces, merece la pena...
    miles de besos

    ResponderEliminar
  5. Es increíble la forma en que has descrito las sensaciones.
    Todos nos sentimos mal con nosotros mismos muchas veces. Y por las noches es más difícil, porque tu mente vaga y se encarga de hacerte pensar en todo lo que te ocurre, en las cosas positivas y en las negativas, y llegas a conclusiones que te hacen pasarlo mal, agobiarte, sentir cómo todo te va mal... Este texto me gusta especialmente porque me siento muy identificada. Las noches a veces son difíciles. Suerte que por la mañana cambien las cosas, y el ajetreo del día te haga olvidarte de lo demás.

    ResponderEliminar
  6. nada mas triste que un recuerdo feliz
    pero sin ellos no seríamos nada
    maldita memoria, como dicen por ahi en los peores momentos es cuando puntualmente acuden a traición los mejores recuerdos
    pero de todo se puede sacar una parte buena
    muy dulce esto de leerte

    ResponderEliminar
  7. Y en la oscuridad de tus noches te mezclas perfectamente entre tus letras, las cuales toman forman y bailan al son de tus dedos...

    besotes de esta peke.

    pd. te espero por mi rincon con tu taza de cafe caliente, siempre que quieras...

    ResponderEliminar
  8. Y lo que fue tiene probalidades de ser, pero cuando no hay vuelta atrás pues solo fue lo que fue...

    Un abrazo fuerte, espero estés bien, besos.

    ResponderEliminar
  9. A veces las cosas no son tan malas,siempre depende de como las mires.
    Un beso muy grande, poeta Burn.

    ResponderEliminar
  10. Me gusta como utilizas la palabra como un afilado estilete.

    ResponderEliminar